Hoy hablaremos de Lucio Quincio Cincinato (foto 1), general y político perteneciente a una familia patricia de la antigua roma que estuvo en contra del tribunal de la plebe.
Es recordado por los historiadores de la época como ejemplo de heroísmo, patriotismo y sobre todo como símbolo de lo que debía ser un ciudadano romano.
Fue designado cónsul en el 460, durante los conflictos entre plebeyos y patricios. Dos años después cuando Roma era asediada por los ecuos y volscos lo eligieron dictador y su misión era la de defender a los soldados sitiados y rechazar el avance de estos pueblos sobre la capital del imperio.
Cincinato abandona el arado para dictar leyes a Roma, cuadro de 1806 de Juan Antonio Ribera.
Cuentan los cronistas del imperio romano que recibió la noticia mientras estaba arando sus tierras, inmediatamente abandonó sus labores y se puso al mando de un nuevo ejército y en tan sólo 16 días logró cumplir con su comitiva. A su regreso y luego del recibimiento con honores renunció al cargo de dictador con plenos poderes, retomando las tareas en su tierra.
En 439 volvió a ser nombrado dictador debido a que los patricios temían una conspiración de los plebeyos.
Cincinato acusó a Espurio Manlio, líder de los plebeyos de querer restaurar una monarquía.
Mandó al jefe de la caballería en busca del plebeyo para ser juzgado pero éste lo mató cuando se negó a presentarse ante el dictador. Esta acción fue aprobada por Cincinato quien luego de lograr sus objetivos declinó nuevamente al cargo y continuó con sus labores campesinos.
Una figura que quedó en la memoria como un ejemplo de renunciamiento del poder.
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/q/quincio.htm
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